La maternidad llega con muchas emociones: alegría, cansancio, dudas, ilusión… y en medio de todo eso, la lactancia también trae sus propios retos. Dos de los más comunes son la sobreproducción de leche y la mastitis.
Si estás pasando por alguno de estos momentos, no estás sola. Queremos acompañarte con información clara y sencilla para que entiendas qué pasa en tu cuerpo y sepas que hay formas de sentirte mejor.
Cuando hay más leche de la que necesitas
La sobreproducción sucede cuando tu cuerpo produce más leche de la que tu bebé toma.
Algunas señales que puedes notar son:
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Pechos muy llenos, duros o con dolor.
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Goteo constante.
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Que tu bebé se atragante o se suelte por el chorro de leche muy fuerte.
Esto puede ser incómodo y hasta agotador, pero la buena noticia es que en la mayoría de los casos tu cuerpo aprende a autorregularse.
Cuando aparece la mastitis
La mastitis es una inflamación dolorosa del pecho. Puede estar acompañada o no de infección, pero siempre resulta incómoda.
Podrías sentir:
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Dolor localizado, calor o enrojecimiento en una parte del seno.
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Un bulto duro.
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Fiebre o malestar general.
Muchas veces aparece porque la leche se acumula y no fluye bien, algo que puede pasar cuando hay sobreproducción.
¿Cómo se relacionan la sobreproducción y la mastitis?
Cuando los senos están demasiado llenos, aumenta el riesgo de que la leche se quede estancada y los conductos se tapen. Si eso avanza, puede convertirse en mastitis.
No quiere decir que siempre sea así, pero sí es importante estar atenta a las señales de tu cuerpo.
🌿 Consejos que pueden ayudarte
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Dale pecho a tu bebé a demanda, sin horarios rígidos.
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Evita extraer leche de más; hazlo solo si necesitas aliviar la presión.
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Prueba distintas posturas de lactancia para vaciar mejor el pecho.
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Coloca compresas frías después de amamantar para bajar la inflamación.
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Si tienes fiebre alta o dolor fuerte, busca ayuda médica sin esperar.
Y, sobre todo: no te culpes si te pasa. Tu cuerpo está aprendiendo junto contigo.
Un mensaje desde LACTANA
En Lactana sabemos que cada mamá vive la lactancia de manera única. Algunas producen mucha leche, otras sienten que no es suficiente. Y en medio de todo, lo que más necesitamos es apoyo, no presión.
Por eso queremos recordarte algo importante: no todas las mamás necesitan un suplemento.
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Si tu producción es abundante, lo mejor es dejar que tu cuerpo se regule con calma.
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Si tu bebé se alimenta bien y crece sano, probablemente ya lo estés haciendo perfecto.
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Los suplementos pueden ser un apoyo en ciertas situaciones, pero nunca deben ser un motivo de estrés o culpa.
En Lactana queremos que tomes tus decisiones desde la tranquilidad, no desde la presión.
No estás sola
Si en este momento sientes cansancio, dudas o frustración, recuerda que muchas mamás han pasado por lo mismo. No tienes que cargar con todo en silencio.
En Lactana estamos aquí para caminar contigo, para escucharte y acompañarte con información clara y productos que son un recurso, no una imposición.
Tu bienestar también importa. Tu calma también alimenta.
¡Mamás reales, no perfectas!